5.6.11

Introducción. (De lo intelectual a lo sexual)

¿De que se compone la vida?...
Cierta vez, un antiguo filosofo, se hizo esta pregunta.
Y cuentan que dedico los últimos años de su vida a intentar responder la, tan recurrente, duda. Cuentan también, que murió haciéndolo.
Dicen que busco en tierras tan lejanas, que pocos sabían de su existencia. Visito enigmáticas ciudades, lugares misteriosos, se entrevisto con grandes maestros y sabios de la época, seres iluminados y hasta espíritus; magos, videntes, gurús, científicos y beatos.
Pero, no fue sino hasta varios siglos después, durante las excavaciones hechas en el lugar donde dicho curioso intelectual paso sus días finales, que el mundo se entero de que la búsqueda había dado frutos.
En el lugar que, consideraban, había sido su habitación, se encontró un baúl antiquísimo, hecho de rica madera ya consumida por el tiempo y delicados remaches de oro. En el se hallaron cientos de pergaminos, que representaban de manera tangible el magnifico y mágico viaje, emprendido tantos años atrás.
Pocos sabían sobre la incansable búsqueda hecha por el antiguo pensante, pero fuerte era el anhelo de estos pocos, de saber la ansiada respuesta.
Dentro de este ecléctico grupo, el hallazgo de dichos documentos fue causa de furor. Creían poseer, entonces, parte de un conocimiento supremo, una sabiduría que los colocaría en la cúspide de la sociedad. De la raza humana misma.
Pero fue grande, también, su decepción cuando, apenas pocos días después, algo que había sido tomado como basura, rebelara el verdadero fruto de la búsqueda.
Un pequeño bulto de piel, encontrado en el fondo de aquel arcón, apunto ya de ser desechado, revelo ser el guardián de la mismísima respuesta. En su interior, yacía un arrugado y amarillento trozo de pergamino, escrito en el, a puño del propio filosofo, tan solo unas cuantas palabras. En una de las caras del segmento de pergamino, con grafía  apresurada y llena de borrones, se leía la pregunta que se había formulado, ya hacia tanto; en la otra, escrita con esmero, casi devoción, rezaba una única palabra subrayada repetidamente…

RECUERDOS

to be continue...

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